Un grupo de enfermedades que tiene como resultado un exceso de azúcar en la sangre (glucosa sanguínea elevada).
La diabetes es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía.
Su cuerpo descompone la mayor parte de los alimentos que come en azúcar (también llamada glucosa) y los libera en el torrente sanguíneo. El páncreas produce una hormona llamada insulina, que actúa como una llave que permite que el azúcar en la sangre entre a las células del cuerpo para que estas la usen como energía.
Con diabetes, su cuerpo no produce una cantidad suficiente de insulina o no puede usar adecuadamente la insulina que produce. Cuando no hay suficiente insulina o las células dejan de responder a la insulina, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y, con el tiempo, esto puede causar problemas de salud graves, como enfermedad del corazón, pérdida de la visión y enfermedad de los riñones.
Todavía no existe una cura para la diabetes, pero perder peso, comer alimentos saludables y estar activo realmente puede ayudar. Otras cosas que puede hacer:
es causada por una reacción autoinmunitaria (el cuerpo se ataca a sí mismo por error). Esta reacción impide que su cuerpo produzca insulina. Aproximadamente del 5 al 10% de las personas que tienen diabetes tienen el tipo 1. Por lo general, los síntomas de esta diabetes aparecen rápidamente. Generalmente se diagnostica en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Las personas que tienen diabetes tipo 1, deben recibir insulina todos los días para sobrevivir. En la actualidad, nadie sabe cómo prevenir la diabetes tipo 1.
Con la diabetes tipo 2, el cuerpo no usa la insulina adecuadamente y no puede mantener el azúcar en la sangre a niveles normales. Aproximadamente del 90 al 95% de las personas con diabetes tiene la diabetes tipo 2. Es un proceso que evoluciona a lo largo de muchos años y generalmente se diagnostica en los adultos (si bien se está presentando cada vez más en los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes). Es posible que no sienta ningún síntoma; por lo tanto, es importante que se haga un análisis de sus niveles de azúcar en la sangre si está en riesgo. La diabetes tipo 2 se puede prevenir o retrasar con cambios de estilo de vida saludables, como:
Aparece en mujeres embarazadas que nunca han tenido diabetes. Si usted tiene diabetes gestacional, su bebé podría estar en mayor riesgo de presentar complicaciones de salud. La diabetes gestacional generalmente desaparece después de que nace el bebé. Sin embargo, aumenta el riesgo de que usted tenga diabetes tipo 2 más adelante en la vida. Es más probable que su bebé tenga obesidad cuando sea niño o adolescente y que presente diabetes tipo 2 más adelante en la vida.
Se utiliza para ayudar a los pacientes a vigilar qué tan bien están controlando su nivel de glucosa en la sangre. Muestra cuál fue el nivel promedio de azúcar glucosa en los últimos dos o tres meses. El resultado cuando es de 6.5% o superior, significa diabetes.
Luego de estar en ayunas durante 8 horas, se hace un análisis de sangre. La persona debe ingerir una bebida con glucosa y se toman exámenes de sangre en las siguientes 2 horas para medir el nivel de glucosa en la sangre. Si el nivel de glucosa está por arriba de 200 mg/dL después de dos horas, se diagnostica diabetes.
Se realiza en cualquier momento, independientemente de cuándo haya comido la persona. Se sospecha la existencia de diabetes si los niveles son superiores a 200 mg/dL y están acompañados por los síntomas clásicos mencionados más arriba (esta prueba se debe confirmar con otra de examen de sangre en ayunas).
El laboratorio desempeña un papel clave en el diagnóstico de la diabetes. Realiza pruebas de glucosa en sangre en ayunas, pruebas de tolerancia a la glucosa oral (PTGO) y pruebas de hemoglobina glucosilada (HbA1c) para determinar si una persona tiene diabetes y para establecer el tipo de diabetes presente.
Los pacientes con diabetes requieren un monitoreo regular de los niveles de glucosa en sangre para evaluar su control glucémico. Los medidores de glucosa caseros permiten a los pacientes medir sus niveles de glucosa de forma rápida y sencilla. Además, los laboratorios realizan pruebas de glucosa en sangre periódicas para una evaluación más precisa y detallada.
La HbA1c es una prueba clave para evaluar el control glucémico a largo plazo. Esta prueba mide los niveles promedio de glucosa en sangre durante los últimos 2-3 meses. Proporciona una visión general del control glucémico a largo plazo y ayuda a determinar si los objetivos de tratamiento se están cumpliendo.
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares. El laboratorio realiza pruebas para medir los niveles de colesterol total, colesterol LDL, colesterol HDL y triglicéridos. Estos resultados ayudan a evaluar el perfil lipídico y a tomar medidas para reducir el riesgo cardiovascular.
La diabetes puede afectar los riñones a largo plazo. El laboratorio realiza pruebas para medir la función renal, como el filtrado glomerular y la microalbuminuria, para detectar signos tempranos de daño renal y tomar medidas preventivas.
Algunos medicamentos utilizados en el tratamiento de la diabetes pueden afectar la función hepática. El laboratorio realiza pruebas para evaluar la función hepática y detectar posibles efectos secundarios del tratamiento.
Dependiendo de la situación clínica y las necesidades individuales, el laboratorio puede realizar pruebas adicionales, como pruebas de función tiroidea, niveles de electrolitos, evaluación de la función pancreática, entre otros.
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